Esta semana ha sido muy intensa en cuanto a contacto con emprendedores. He tenido la suerte de participar como jurado para un concurso de emprendedores y extraigo una pequeña reflexión para compartir en este blog.
Se les dice mucho a los emprendedores que si tienen una idea en la que crean de verdad se dediquen en cuerpo y alma a ella. Se oye eso de que no vale el emprendimiento a tiempo parcial. Pero hay proyectos que por el grado de incertidumbre que pretenden manejar se convierten en un verdadero limbo. Es muy posible que no se llegue a coger tracción suficiente como para poder ganarse la vida (no olvidemos que <<deben>> dedicarse a la startup full time).
Sin embargo, observo que hay proyectos muy viables que paradójicamente no son la fuente principal de ingresos. Eso nos da una cosa muy importante: independencia. Puedo tener un producto o plataforma web con mucho potencial, pero al mismo tiempo dedico un porcentaje de recursos a prestar servicio.
Un ejemplo: dos emprendedores quieren desarrollar una aplicación móvil para aprender a cortar jamón. Uno tiene el perfil tecnológico y el otro la experiencia de campo en tan suculento manjar. Mientras sacan adelante la aplicación, por mucho que apliquen Lean Startup y derrochen lo menos posible, es muy probable que necesiten cash para vivir (o que no puedan abandonar sus trabajos). En ese caso, ¿por qué no buscar un complemento al modelo de negocio? ¿Por qué ofrecerse como un centro de formación organizando cursos y promociones?
Ese servicio es el que paga las facturas y los sueldos, pero además es el que nos mantiene fuera del limbo, nos acerca a clientes, a necesidades y a la realidad. Esa independencia permite desarrollar la idea sin forzarla, sin que pierda su naturaleza, y al mismo tiempo adaptándola a necesidades y problemas reales de la gente.
La perdiz prefiere andar, correr, usar las alas lo mínimo posible. Pero si viene un depredador a por ella ten seguro que volará.
Hay muchos emprendedores en potencia que tienen trabajada la idea pero esperan y esperan el momento oportuno para crear la empresa y lanzar el producto. Se puede empezar con la estructura mínima para poder ofertar servicios en una disciplina que dominen y que esté vinculada con la idea-núcleo de la startup.
Una advertencia. Esta fórmula no es universal. Hay modelos de negocio que tienen ciertos requerimientos de recursos y dedicación. Pero es más abundante el perfil de emprendedor que necesita enfoque pragmático para de verdad conseguir ser empresario.