El espíritu emprendedor puede y debe desarrollarse también dentro de las empresas. El intra emprendedor es cada vez más un perfil demandado por las compañías. Pues existen numerosos ejemplos de productos exitosos que han sido creados por empleados con mente emprendedora. Es el caso del famoso “Frapuccino” de Starbucks. Quién mejor para conocer los gustos y necesidades del cliente que aquel que interactúa con él a diario. Otro ejemplo de empresa que potencia el espíritu emprendedor es Google, que tiene habilitados en sus oficinas espacios destinados a que sus empleados puedan dar rienda suelta a su imaginación.
Aunque quizás, la mejor manera de cultivar la inteligencia emprendedora de los empleados sería permitir el error y dejar que las nuevas ideas cojan brillo. Son los casos de Post-it y Nespresso. En el primer caso el revolucionario invento fue fruto de un pegamento fracasado, y en el segundo de una apuesta contra todo pronóstico. Ambos productos al principio tuvieron toda clase de barreras. Es por tanto indispensable para cualquier promotor de una nueva idea vencer el miedo al fracaso, si quiere verla salir a la luz.
De hecho, los grandes empresarios un día fueron pequeños emprendedores que tuvieron una visión innovadora y se comprometieron con su idea contra viento y marea. Incluso cuando nadie creía en ellos ni en su iniciativa emprendedora. Véase el caso de Steve Jobs, Bill Gates o Thomas Alva Edison. Todos ellos superaron los momentos de incertidumbre porque creyeron en su producto y en sí mismos, y no se achicaron ante los comentarios incrédulos.
Así pues, la 5 claves que te sugiero para innovar dentro de tu empresa y conquistar o reconquistar al cliente serían:
- Inculcar el espíritu intra emprendedor de arriba abajo y de manera transversal. Fortalecer toda clase de iniciativas y potenciar los espacios y momentos para la creatividad. ¿Quién sabe dónde está la mejor idea?
- Fomentar la toma de decisiones por muy arriesgadas que parezcan. Es la mejor manera de adaptarse al cambio constante y de evolucionar. La típica frase de “aquí las cosas siempre han funcionado así” suena a suicido colectivo.
- Potenciar la orientación al cliente de todos y cada uno de los puestos de la organización. Cualquiera podemos y sabemos ponernos en los zapatos del cliente para saber cómo piensa y qué necesita. Además, la mejor manera de testar la satisfacción del cliente es preguntarle y dialogar con él.
- Estimular la actitud positiva y el aprendizaje continuo de todos los empleados. Cuando las personas se desarrollan personal y profesionalmente están más motivadas, menos estresadas y más colaborativas. Eso conlleva que usen su mente para pensar en soluciones y no en quejas y problemas.
- Reconocer los logros, por pequeños que sean, y recompensar las mejoras, por nimias que parezcan. Cuando el ser humano se siente útil se activa su mejor yo y se potencia su talento. El ser reconocido, formar parte de algo importante y participar activamente en ello es el salario emocional de las personas, que incluso tiene más valor que el salario económico.
Quizás el mes de agosto puede ser el mejor mes para analizar y medir el espíritu intra emprendedor dentro de tu empresa y pensar en una estrategia para elevarlo de cara al último período del año. Los resultados pueden ser sorprendentes.