A nadie le gusta perder. Es por ello que uno de los mayores miedos de las personas a la hora de emprender es perder lo que tienen, poco o mucho, bien sean los ahorros, el tiempo libre o la tranquilidad. Quizás conociste a un vecino que se embarcó en un negocio y perdió todo lo que tenía, o a un familiar que terminó solo porque descuidó a su familia y amigos por estar trabajando todo el día en su propio negocio, o un amigo que sufrió de estrés cuando se convirtió en empresario.
Sin embargo, todas esas personas además de haber sufrido esas pérdidas incuestionables, por otro lado han recibido ganancias en la misma proporción, las hayan descubierto o no. Esto es así por una Ley Universal que equilibra absolutamente todo lo que acontece, independientemente de lo que pensemos, pues no hay nada que sea solo positivo ni solo negativo. Lo que ocurre es que si solo vemos la parte de la realidad negativa nos perdemos la parte positiva. Cuando solo miramos las pérdidas no somos capaces de ver las ganancias que todo acontecimiento nos regala. Es el mito de perder.
También influye nuestra propia balanza interior, que está nivelada por lo que consideramos que merecemos. En nuestro inconsciente tenemos una especie de termostato que regula el nivel de ganancia y beneficio que merecemos obtener. Este merecimiento está condicionado por lo que creemos que es justo en nuestras circunstancias y por la consideración de la propia valía como profesional y como persona. Si en algún aspecto de nuestra vida sentimos que estamos recibiendo más de lo que consideramos que nos merecemos, automáticamente vamos a generar una pérdida en esa misma área o en cualquier otra área de la vida. ¿Te ha pasado alguna vez que has recibido una ganancia económica extra y por otro lado has tenido un gasto extra no contemplado de importe similar?
Esto está también muy conectado con la gratitud. Cuando te surge una oportunidad nueva ésta implica un regalo para ti, pero si la rechazas o la dejas pasar por miedo o desconfianza, el mensaje que estás transmitiendo al Universo es que no deseas nada nuevo, y por tanto no recibirás nada más. Si por el contrario, aceptas y agradeces cada nuevo reto como una oportunidad de crecimiento y cada oportunidad como un nuevo regalo, la vida te obsequiará con bienes cada vez mayores.
Ahora bien, es preciso estar dispuesto a perder algo para ganar algo, pues si te aferras a lo viejo no dejas hueco a lo nuevo. Es la Ley de la Abundancia, que dice que cualquier vacío tiende a ser llenado. Y lo mismo pasa con el conocimiento, pues si piensas que ya lo sabes todo niegas la posibilidad de aprender algo más. Sin embargo, si mantienes la actitud de aprendizaje continuo y vacías tu mente de ideas preconcebidas, tú libro particular no acabará nunca de escribirse con nueva sabiduría.