Muchas personas hoy en día se plantean la opción de montar un negocio propio ante la imposibilidad de encontrar un empleo. Desde el joven recién licenciado al directivo despedido, pasando por el ejecutivo cuyo paro se acaba… todos están contemplando la posibilidad de emprender como única alternativa para generar ingresos y mantener un estilo de vida digno. Pero ¿es esa realmente la oportunidad para salir de la crisis? ¿El hecho de “lanzarse” a montar un negocio propio garantiza unos ingresos? Definitivamente no, o por lo menos no a corto plazo. Y si alguien te dice lo contrario te está engañando. Todo negocio requiere de ciertas inversiones de tiempo o dinero, y de un proceso más o menos largo para producir resultados económicos.
Seamos consecuentes, no solo se está destruyendo el empleo, en España cada día están cerrando sus puertas numerosos negocios. Estamos asistiendo a la desaparición masiva de grandes y pequeñas empresas, de reciente creación o ya consolidadas. Las estadísticas son abrumadoras. La esperanza de vida de una empresa es cada vez menor. Por tanto, no se trata solo de emprender, sino de hacerlo de forma inteligente. Y para tomar decisiones inteligentes hace falta conocimiento, abrir la mente e informarse correctamente con la gente adecuada. La información y la formación que has recibido hasta ahora te ha llevado al sitio donde estás. Y si no estás en el lugar donde quieres estar, piensa que necesitas recibir una información y una formación diferente para tomar decisiones conscientes y más acertadas.
Si quieres emprender con éxito tienes que prepararte mentalmente y entrenarte a conciencia. Has de saber que el camino es embarrado y cuesta arriba, que nadie te lo va a poner fácil y que nada se consigue sin esfuerzo. El mensaje es claro, el futuro oscuro. No hay en el horizonte perspectivas de que el empleo se recupere. Así pues, emprender parece la única salida. “Emprende” es el empujón o patadita en el trasero que el papá Estado está dando a los desempleados. Ahora bien, ¿se puede emprender únicamente por desesperación? Está claro que es un motivo muy poderoso, la necesidad agudiza el ingenio, nos pone en la tesitura de tener que esforzarnos para cambiar nuestro modus operandi. Pero si la necesidad de ganar dinero es tu único motivo para emprender tienes el fracaso asegurado.
Emprender no es hacer lo mismo que estabas haciendo antes pero ahora por tu cuenta, sin jefe ni horarios. Tampoco es reinventarte y adquirir una nueva formación en una profesión de moda o crear un blog. Ni tan siquiera es hacer un máster para conocer las claves del éxito y vencer todos tus miedos, o inventar una idea novedosa que cubra una necesidad aún no descubierta. Emprender es un camino de aprendizaje a base de experiencias, de riesgos y de caídas, de frustraciones y de esperanza. Emprender es una actitud que surge de algo más que de una necesidad, nace de un sueño, de un afán de superación, de una inquietud por aportar algo tuyo a la sociedad. Emprender es comprometerse con una meta y perseverar hasta alcanzarla. La necesidad de ganar dinero no es suficiente motivo para emprender. Para mantenerse firme en el camino del emprendedor sin desistir ante las dificultades hay que tener claro lo que quieres y para qué lo quieres. Un emprendedor sin propósito es un barco sin rumbo que va a la deriva. Sin un propósito los problemas y los desvelos carecen de sentido. En definitiva, emprender es convertir tus talentos en ingresos. Por eso para emprender necesitas tener 2 grandes motivos:
- Tener la necesidad de hacer algo diferente para mejorar tu vida
- Tener un propósito para ser feliz con lo que haces.
Precisamente eso, que conviertas tus talentos en ingresos, es el propósito de mi próximo taller “Despierta el Steve Jobs en ti” que se celebrará en Madrid este fin de semana. Un taller para héroes y heroínas que quieren descubrir su misión para emprender de forma más inteligente y ejercer un liderazgo consciente. Gracias por leerme, compártelo si te ha gustado y piensas que este post puede ayudar a algún amigo.