Llegó septiembre y con él la vuelta al trabajo, y para muchos/as la vuelta a la rutina. Tras las vacaciones regresamos con las pilas cargadas y empezamos un nuevo curso con ilusión… al menos eso es lo que se supone. Sin embargo, la realidad es que la gran mayoría de las personas odian el mes de septiembre porque supone empezar una época gris, aburrida y estresante. Y aunque, seguramente te alegres de volver a encontrarte con tus compañeros/as, igual que cuando empezaba el cole, probablemente te repateará encontrarte con tu jefe. Eso sí, en el fondo, muy en el fondo, tal y como está el patio te sentirás privilegiado/a por tener trabajo. O quizás ya te estés preguntando si serás tú el/la próximo/a en la lista de desempleados/as. ¿O ya lo eres? En ese caso, tu trabajo será el de encontrar trabajo. ¿Aún sueñas con el trabajo ideal? Si padeces los síntomas del estrés post vacacional es porque tu trabajo no te satisface o porque no tienes esperanzas de encontrar un buen trabajo. Pero ¿cómo sería ese trabajo ideal? Te confieso que yo jamás me he hecho esa reflexión puesto que desde los 19 años estoy inventándome mi puesto de trabajo, ya que nunca he trabajado por cuenta ajena, sino que siempre he atendido mis propios negocios. Por tanto, ya que la época estival supone un descenso de las ventas, estaba deseando que todo volviera a la normalidad. Es más, los últimos meses los he aprovechado para prepararme mejor y para diseñar el plan de acción del próximo curso. Si tienes tu propio negocio sabes de lo que hablo, aunque eso no quita que como autoempleado/a también sientas incertidumbre o quizás no disfrutes con lo que haces y odies tu trabajo.
Voy a intentar definir lo que yo creo que serían los requisitos de un trabajo ideal, desde mi punto de vista tendría que tener lo siguiente:
- Con horario flexible, ¿a quién le gusta madrugar y soportar atascos?
- Con una buena remuneración económica, ¿quién no cree que merece más?
- Con reconocimiento y recompensas, ¿a quién no le sienta bien una buena palmadita en la espalda o un incentivo por los logros obtenidos?
- Con un buen equipo, para dar y recibir apoyo.
- Con vacaciones a elegir ¿quién no preferiría evitar las aglomeraciones en la playa?
- Con posibilidad de trabajar desde casa, sobre todo cuando tienes hijos.
- Con buenas relaciones, que te abran puertas y te enriquezcan socialmente.
- Con formación continua, ¿a quién no le gusta mejorar personal y profesionalmente?
- Con un plan de jubilación, que te asegure un buen futuro para ti y para tu familia.
¿Se te ocurre algún requisito más? Pero… ¡un momento!, ¿es todo eso posible en un trabajo? Seguramente sólo cuando eres tú el/la dueño/a de tu empresa, ya que como empleado/a resulta una utopía aspirar a todo eso. Por eso, la mayoría de las personas quieren montar su propio negocio para ser dueños de su tiempo y de su vida. Así que ahora la pregunta sería ¿cómo sería el negocio ideal? Para definirlo sería “con” todo lo anterior y “sin” algunos detalles, como por ejemplo:
- Sin riesgos de inversión inicial.
- Sin infraestructuras ni stocks que ahoguen el flujo de caja.
- Sin empleados que supongan una carga económica.
- Sin presiones de clientes insatisfechos o proveedores intransigentes.
- Sin límites de ingresos.
- Sin fronteras para abordar un mercado global.
- Sin horarios para que funciones 24 horas al días los 365 días del año.
¿Te gusta la idea? Pues para conseguir todos esos “sin” el negocio ideal necesita otros dos “con”:
- Con un sistema automatizado.
- Con un programa de entrenamiento para emprendedores para alcanzar el éxito.
Gracias por leerme, me encantaría conocer tu opinión y tu experiencia, deja tu comentario y compártelo en tus redes sociales favoritas.
¡Atrévete a emprender y ser feliz!