¿Quién no se ha equivocado alguna vez? ¿Quién no se ha arrepentido de algo? Es natural cometer errores, en realidad es la manera más efectiva de aprender e inevitable si quieres emprender. La vida es una escuela y estamos aquí para aprender y avanzar de curso, cada cual venimos con un nivel determinado, y cuando no pasamos un examen nos toca repetir la lección. Si el hombre tropieza dos veces con la misma piedra es porque ahí tiene una lección no aprendida. La vida tiene un programa educativo tan eficiente que te va a procurar las lecciones que necesitas aprender por una vía u otra. A veces evitamos arriesgarnos a recorrer el camino del emprendedor por miedo al error o a equivocarnos, sin embargo, para alcanzar el éxito es necesario fracasar primero.
Para poder aprender de los errores lo primero es reconocerlos, ser consciente de ellos y asumir tu parte de responsabilidad. Si te pones en el papel de víctima y buscas culpables fuera no podrás ver el lado amable del error ni encontrar su lado positivo. Y te aseguro que lo tiene, porque absolutamente todo tiene su propósito en el Universo, y tus errores no iban a ser tan solo fallos. Así pues, si sientes que en tu vida se repiten ciertas situaciones y pareciera como si te hubieras quedado atrapado/a en el tiempo, o si no ves la solución a tus problemas o no sabes cómo salir de algunas circunstancias complicadas en tu vida o en tu negocio, te animo a que reflexiones y te hagas las siguientes preguntas, válidas tanto para el área personal como profesional:
- ¿Cuáles son las consecuencias del error o fracaso?
- ¿Qué opciones me quiere mostrar esta situación que no estoy viendo?
- ¿Qué beneficio oculto tiene esta circunstancia?
- ¿Qué se puede mejorar para que este problema se resuelva definitivamente y no se repita?
- ¿Qué otras soluciones pudieran ser aplicables en este caso concreto?
- Si el error o fallo se hubiera evitado ¿qué oportunidades se habrían perdido?
En muchas ocasiones la ayuda de un coach puede servirte para responder estas y otras preguntas y analizar la realidad desde otra perspectiva más enriquecedora. Una mirada ajena e imparcial resulta de mucha utilidad para encontrar otros puntos de vista que en solitario no podrías ver. Además, también es una ayuda muy valiosa a la hora de poder asumir la propia responsabilidad sin caer en la culpabilidad o el resentimiento. Pues si un error no se convierte en maestro sin duda se convierte en verdugo. Los sentimientos de culpa y el rencor son muy destructivos, tanto para uno/a mismo/a como para el entorno. Por eso es tan importante transformar los errores en aprendizajes, pues es la forma de neutralizarlos y perdonarlos de corazón, aunque para que ello sea realmente valioso es necesario primero pasar por el proceso de agradecerlos.
Cada error es un regalo porque te da la oportunidad de mejorar, por eso no hay que evitarlos ni avergonzarse de ellos, sino agradecerlos. No existe el fracaso, tan solo es aprendizaje. Para llegar a tu meta en 2014 has de correr el riesgo de equivocarte y perder el miedo a fracasar. Te invito a que antes de que acabe este año hagas una lista de todo lo que el 2013 te ha enseñado y analices cuáles de estas enseñanzas llegaron gracias a algún error, para que así comiences el nuevo año con gratitud por todas las enseñanzas que tus errores te han procurado.
Gracias por leerme, si este artículo te ha servido de ayuda dale a me gusta y compártelo. En el siguiente artículo hablaré sobre la importancia de soñar en grande para ser feliz.