El camino hacia nuestros sueños es también un viaje interior, un camino a la libertad y el desarrollo personal. Pues a medida que superamos las dificultades del camino y traspasamos barreras, internas y externas, nos vamos liberando de los miedos que nos dominan y aprendemos a vivir mejor. Quien no sueña o no persigue sus sueños, vive esclavo de sus miedos y temores, se impone sus propias cadenas y limitaciones, y merma su autoestima. Para sentirte libre y tener éxito has de realizar tu propósito, tu propia misión. No importa lo dificultoso que se presente el sendero, quien anhela la libertad se determina a conquistarla.
Un gran sueño es aquel que nace de un buen propósito. Cuando persigues un sueño suficientemente poderoso no importa lo arduo que sea el camino. Si te mantienes firme en el propósito que lo alimenta, podrás ser capaz de superar los peores obstáculos. Con un fin en mente, hallarás las fuerzas para alcanzar tu meta. El camino hacia los sueños no suele ser en línea recta. Por eso, a veces nuestro objetivo parece alejarse a medida que avanzamos hacia él, así nos rendimos antes de alcanzarlo. Sin embargo, ese objetivo inicial solo era una etapa más que superar, necesaria para nuestro desarrollo humano porque nos fortalece para seguir avanzando.
Hay personas que sin sufrir barreras físicas ni condiciones de vida adversas, se quedan paralizadas en sus prisiones de creencias y mueren en vida. Estas personas viven conformadas con el tipo de vida que llevan, sin salir de su zona de confort, por muy incómoda que ésta sea. Piensan que soñar es de locos, y aunque se quejan de su suerte, no hacen nada para cambiarla, ya que se creen víctimas de sus propias circunstancias. En general, son presa fácil de la apatía, la desgana y el abandono. Este tipo de gente anda perdida, sin un rumbo fijo, la reconocerás porque cambia fácilmente de objetivo.
Sin embargo, hay otras personas que vencen todo tipo de situaciones y dificultades y luchan por sus ideales mientras viven por su propósito, o mueren en el intento. No se conforman y toman las riendas de su vida. Estas personas no se rinden ante la primera dificultad, mantienen el rumbo y son capaces de modificar su meta cuando es necesario, pues no pierden de vista su propósito. Son personas firmes y determinadas, que combinan pasión y ambición, y que actúan con constancia y perseverancia. También son conscientes de que no llegarán solos a su destino, pues es más fácil ayudando y acompañando a quien comparte tus sueños. ¿En qué grupo de personas estás?