Quizás compromiso es una de esas grandes palabras que se dicen sin pensar en su verdadero significado. Comprometerte es prometer, es dar tu palabra para hacer lo necesario para que aquello que deseas se haga realidad y funcione, ya sea una relación, un proyecto o una actividad. Sin embargo, el mayor compromiso que adquirimos las personas es con nosotros mismos, con nuestros sueños y metas. El hábito de visualizar cada día aquello que quieres lograr y cómo quieres llegar a ser, de imaginar cómo sería tu vida si ya tuvieras lo que deseas, te ayuda a comprometerte con alcanzar tus objetivos, a través de ejecutar cada una de las tareas del plan de acción. Pero, ¿qué hacer cuándo nos fallan las fuerzas, nos asaltan a las dudas o todo pierde sentido?
Adquirir y mantener un compromiso es tomar responsabilidad, y ésta es una de las habilidades básicas de liderazgo para alcanzar el éxito, tener la habilidad de responder ante las circunstancias, con perseverancia y disciplina, a pesar de que a veces los resultados tarden en llegar más de lo esperado o que surjan contratiempos. Cumplir nuestras promesas afianza la seguridad en nosotros mismos, por el contrario, si fallas en tus compromisos se daña la confianza que los demás tienen en ti, y lo más importante se daña la auto estima. Un líder ha de tener seguridad en si mismo y paciencia para confiar en el proceso.
Si no te comprometes con el resultado nada podrás lograr. Sin un compromiso serio con aquello que queremos lograr y con las personas de nuestro equipo, nos enredamos en el día a día y postergamos nuestros sueños para un mejor momento, encontrando miles de escusas para no esforzarnos en alcanzar lo que buscamos. Tener un compromiso fuerte te ayuda a priorizar. Renovar el compromiso con tus metas cada día te va a dar las fuerzas necesarias para abandonar tu zona de confort y emprender el camino hacia el éxito.
Aún así, en momentos de incertidumbre es fácil perder de vista nuestros objetivos y tener dudas sobre nuestro destino, cuestionando lo que hacemos. Renovar tu compromiso te ayuda a mantenerte firme en tu propósito y a fijar el rumbo. Recordar constantemente cuál es el motivo que te pone en marcha te dará las fuerzas necesarias cada día para superar los obstáculos, y tener la certeza que lo que haces tiene un sentido. Pero cuando el compromiso es auténtico y responde a un propósito firme no hay nada que aparte a un ser humano de su misión. Un líder comprometido es capaz de mover montañas.