¿Te sentís sin metas, sin objetivos claros y ni siquiera tenés una idea de qué es lo que realmente querés hacer?
Si estás indecisa, y está preocupada por no saberlo, te digo que está bien que te sientas así. La preocupación (a un nivel normal) te lleva a buscar respuestas y resultados. Para descubrir lo que es lo que te gusta hacer y qué es lo que querés en la vida, tratá de mirar profundamente en tu corazón.
Bastante seguido, las personas se rigen por la lógica. La gente vive de lo que creen que deberían ser, o por lo que a otros les gusta que sean. El proceso de descubrimiento es el momento perfecto para escucharte. Lo que desea tu corazón proviene de los murmullos de tu auténtico yo.
Lo que tu corazón desea es lo que por lo general lo que te gusta hacer y lo que representa tu pasión.
Cualquier cosa hecha con pasión es como un juego donde la tarea se hace sin pensarla. Liberando todo tu potencial y dejando de sentir presión o resistencia.
¿O no viste todavía como juegan de apasionados los niños? Cuando realmente algo les emociona, no podés creer el tiempo que pasan concentrados disfrutando. ¡Así tenemos que estar nosotras también!
Si haces cosas que te apasionan, vas a poder disfrutar de tu vida de otra manera.
Naturalmente, puede haber barreras que te impidan que llegues a tu meta, pero el deseo de tu corazón será encontrar maneras de superar estas barreras para que puedas finalmente conseguir lo que querés en la vida.
Sin embargo, esto no significa que no uses tu cabeza. Las personas nacen con mente y corazón. Tu deber es vivir la mejor vida que puedas y estar en armonía con la mente y el corazón.
“Vive completamente con la cabeza y no puedes sentir la respiración y el ritmo de la vida. Vive completamente con el corazón y es posible que te encuentres actuando como un tonto amor hiriendo con falta de criterio y la disciplina. Es todo un delicado equilibrio – la cabeza y el corazón deben forjar una asociación toda la vida si se quiere vivir una vida hermosa”. Rumí
Escucha a tu instinto
Una parte de la naturaleza humana es la reacción espontánea y misteriosa de las cosas. Muchas veces, estos son llamados instintos. Tu auténtico yo se comunica con vos y te guiará a través de los instintos.
Muchas veces, escuchamos lo que dicen los demás y dejamos que nos influya en nuestras vidas. Muchas veces los padres piden a sus hijos que sean tal o cual profesión porque vienen de una familia tal.
Los padres inconscientemente bloquean la verdadera expresión del yo y verdadera vocación de sus hijos. Amigos y familiares muchas veces desaniman y señalan imposibles cuando nosotros comentamos nuestros sueños. Haciéndonos sentir vulnerables y dudando si realmente tienen razón. Antes de hacer caso a sus consejos, evaluá los logros de la crítica. ¿Consiguieron ellos sus sueños? ¿Es que soñar es tan difícil?
Esto no quiere decir que uno se tiene que bloquear y separarse de todas las personas que no piensan igual que una. Siempre van a existir. Y pueden opinar como quieran. Pero la diferencia está en que nosotras podemos aceptarlo o no. La decisión es nuestra no de ellos.
Cada persona debe definir cómo quiere vivir su vida. Si escuchás tus instintos y seguís tu corazón con lo que realmente siente, no puede fallar.
En las próximas semanas vamos a ver com0o luego potenciar esas pasiones y convertirlas en rentables, pero primero es primordial poder identificarlas.
Quiero que hagas este pequeño ejercicio, tomate un tiempo (el que lleve, un día, una semana…) para pensar :
- Qué es lo que te gusta hacer tanto que podrías estar horas y horas haciéndolo.
- Que cosa te gusta tanto, que podría hacerla gratis.
- Que cosa harias si no tuvieses que pensar en el dinero como inconveniente.