Tu negocio no va a crecer ni generar beneficios en la vida, no te lo tomes a mal, no es nada personal, solo se trata de poner las cosas sobre la mesa, sobre todo, tus expectativas con el negocio que pretendes lanzar. Es más, me jugaría algo a que no vas a ver ni un solo euro de beneficio, todo van a ser gastos, gastos y más gastos. Vas a estar puteado durante varios meses y de la amargura, vas a tirar la toalla. Dirás que no merecía la pena, que para no ganar nada, no sigues, entonces te darás media vuelta cabizbajo y te marcharás con una sensación amarga sobre la espalda, así como de frustración.
Esa sensación de frustración no tiene que ver nada con lo que tú sientes en realidad, lo que de verdad te come por dentro, y que jamás admitirás, algo como la incompetencia demostrada en el mundo de los negocios online. Incompetencia por no haber podido con tus responsabilidades, por no haber sido capaz de seguir adelante y por haberte rendido. Un auténtico incompetente de la cabeza a los pies que antepuso el dinero a sus pasiones.
¿En qué piensas cuando decides crear un nuevo negocio? ¿Qué es lo que te empuja a emprender?
Seguro que quieres escuchar que se trata de la persecución de un sueño, una meta en el horizonte…una pasión, pero estaríamos engañándonos todos. Bajemos al mundo real, eso es lo que queremos oír, lo que nos falta para creernos que podemos emprender y perseguir un sueño. A ti lo que te empuja es el dinero, exactamente igual que al resto de personas, solo que lo antepones sobre cualquier otra cosa, y eso es lo que te hace caer. Nada de leyes de atracción ni cuentos para no dormir, eso aquí no sirve para nada.
Desgraciadamente para muchos y por fortuna para el resto, en lo único que piensas cuando vas a montar un nuevo negocio es en la pasta que podrías conseguir si “la cosa sale bien”. Te imaginas en la mesa, con un puro en la mano y una maquinita de esas que cuentan el dinero por ti porque tú ya tienes callos en las manos de tanto hacerlo. ¡Dinero fácil!
Vivir en el país de la piruleta, calle fantasía tiene sus consecuencias…
Cada vez me sorprendo más de lo que somos capaces de pensar, decir y hacer, nunca diré que ya lo he visto todo, porque hoy en día eso es imposible. Salgo a la calle y solo veo desgracias, críticas a la economía del país, que si no hay dinero para los libros, que si la gasolina es una estafa, que si somos la vergüenza de Europa, que si la sanidad, que si no encuentro trabajo, etc.
Sin embargo, oyes hablar de que alguien va a emprender y ya se ven en las nubes, con una sonrisa en el rostro y una vida plena, donde ellos son los únicos que controlan su destino, nada de presión laboral ni sueldos mediocres, son defensores de la libertad e independencia en el mundo empresarial, con grandes sueldos y una gran lista de clientes felices. Es acojonante, y todo porque leyeron algo como “Las 20 ventajas de ser emprendedor.”
El otro día, me crucé por la calle con un viejo conocido y como no, salió la frase: “Bueno Luis, ¿Que estás haciendo ahora?, ¿Terminaste la carrera?” Efectivamente, la había terminado y estuvo trabajando durante 2 años como contable en un pequeño negocio local. Ahora se iba al paro y quería capitalizarlo. Como era de esperar, deseaba emprender, había leído que la nueva Ley de autónomos está al caer y que se va a “meter” porque está cansado de no encontrar nada, que le han dicho que el sector del alquiler de pisos está en racha, y va a crear un portal web centrado en ofrecer este tipo de servicios, algo bueno, con programación y diseño profesional, buena imagen, seriedad, vamos, un proyecto serio.
Y claro, te quedas con cara de circunstancia y pensando por dentro: “Amigo mío, tienes el 95% de probabilidades de pegarte un tortazo importante.”
¿Qué quieres que te diga, que sigas el camino adecuado por lograr tus sueños? ¿Qué pelees por ese 5% de posibilidades de éxito? Te diría que luchases hasta por un 1% de posibilidades si supiera que lo que te empuja es tu ilusión y tu pasión, es más, te lo pediría hasta de rodillas. Pero aunque tuvieras un 50% de tu lado, si solo te guías por el dinero y los “Me han dicho que X está pegando ahora.”, te aconsejaría que mejor te quedaras en casa.
Emprender no es trabajar para alguien, es trabajar para ti
Emprender es bello, es una decisión que te hace más fuerte y te permite afrontar otro tipo de retos en tu vida, incluso puede aportarte mayores ingresos y estabilidad, pero no lo hagas si no estás preparado ni seguro. Tendrá más éxito un niño de 12 años montando una tienda online de Action Man que tú ofreciendo viajes a Marruecos porque ahora está de moda.
Debes saber que emprender no es lo mismo que trabajar en una empresa o invertir dinero en otra, ahí está permitido pensar en el dinero, de hecho es recomendable para sobrevivir. Pero aquí no está permitido, el dinero no está en primera posición, lo siento. Solo tienes que salir a la calle y comprobarlo.
Coge a un tipo y convéncele para que se haga autónomo y abra una tienda online de marisco, muéstrale datos de que el sector está creciendo y que Pescanova está en quiebra y ya no tiene nada que hacer. Cuando éste abra la tienda, esperará a que lleguen los clientes, y no hará mucho más, porque no tiene ni puñetera idea del sector y tampoco es algo que le apasione tanto como para tirarse horas y horas trabajando en ello. Espera dos, cuatro o diez meses y pregúntale cómo va la cosa, te dirá que esto es una mierda, que la cosa no funciona, que se quiere ir porque está quemado y perdiendo dinero.
Este es el ciclo del emprendedor cotidiano, llega, empieza y se va cuando no ve el color del dinero.
Y todo esto generado por dos factores: Los que publican en los medios “5 negocios rentables para emprender en la red”, omitiendo los riesgos y puntos a tener en cuenta, como ese tan importante que dice: “Haz lo que te guste, como si quieres vender cromos”, y por otro lado, los pobres que se lo creen y aplican al pie de la letra.
Si tuviéramos un poco más de sentido común, nos dejaríamos de consejos sobre inversiones en tecnología, foros, tiendas eróticas, etc. y pasaríamos a emprender con lo que de verdad nos gustaría hacer, coincida o no. Centraríamos nuestra atención en aquellos consejos relacionados con el sector que verdaderamente nos apasiona y no caeríamos en la trampa de comenzar con algo que no nos gusta en absoluto.
Hay algo más allá del dinero…
No te imaginas lo que se siente cuando alguien llama a tu puerta, cuando eres humilde y estás comenzando con toda la ilusión del mundo. ¿No hay un programador? No importa, te pones el mono de trabajo y a buscar tutoriales, ¿No hay dinero para campañas publicitarias? Sales a la calle, te mueves en las redes sociales y si hace falta, hasta te desnudas para conseguir un simple Me Gusta. ¿No hay blog? Pues lo creas y si no puedes pagar a un redactor, te buscas la vida para publicar los mejores contenidos. No importa las horas empleadas, porque llega un momento en el que pierdes la cuenta. Eres un currante emprendedor y autónomo, ahora trabajas el doble o triple que cuando estabas en aquella maldita mesa pasando facturas al ContaPlus por 800€ mensuales.
Mientras otros están haciendo las maletas, tú sigues ahí, porque a pesar de no tener ni un duro, de permanecer sentado delante del monitor 12 horas seguidas, quieres que esto salga adelante, porque “esto” sí es un reto, una ilusión que has conseguido hacer crecer y que por no ver ingresos el primer año no vas a largarte. Te quedas y pringas, porque sabes que todo esfuerzo tiene su recompensa, y con ilusión y constancia, se llega a cualquier parte.
Todo se valora más cuando un cliente te da las gracias y demuestra su satisfacción trayendo a otros, todo se pasa cuando a las 4 de la madrugada consigues que el módulo de la web que se encarga de cobrar por tarjeta funcione, cuando alguien te llama y quiere colaborar contigo porque eres realmente bueno, cuando hablan de ti y tu trabajo, cuando empiezas a tener seguidores y detractores, cuando le levantas por la mañana y encuentras mensajes de agradecimiento y/o pedidos nuevos. Y todo porque te gusta, porque lo sientes y forma parte de ti. Es una sensación tan gratificante, que hasta un tipo tan serio y formal como tú, tiene ganas de cantar y dar brincos.
Hasta que no comprendas que para emprender debes conocerte y escucharte antes que guiarte por el dinero, seguirás saliendo corriendo y haciendo algo que no te permite estar cómodo y 100% implicado, por lo que tarde o temprano, fracasarás.